Es lo que toca, después de una semana de auténtica locura, bendita locura, he sufrido, lo se, lo reconozco y no dejo de pensar en ello, mis pies y mi cuerpo hoy agotado me lo recuerdan constantemente, pero tú me das fuerzas y me haces sentir tan bruto por dentro, que solamente la alegría de ver un paso en la calle, es la que me da fuerzas a mis pies para volver a seguirte viendo.
Hoy, Pascua de Resurrección empezamos a recordar y a añorar lo vivido, el reloj vuelve a ponerse en marcha, y solo cuando volvamos a escuchar una marcha, se parará de nuevo el reloj.
Lo vivido ha sido intenso, grande, emocionante, doloroso y a la vez alegre,...En mi retina quedan guardadas muchas historias internas como la emoción del cuento en el que viví sumergido la noche del Martes Santo viendo subir por la cuesta del bacalao al misterio de la Presentación al Pueblo de San Benito, o al cuento de ver pasar al Gran Poder en la noche de las noches al son de una saeta que resuena desde un balcón desde la misma calle que lleva su nombre, y al ver pasar al Señor del Calvario en la intimidad de un amanecer que no quería dejarse ver entre medio de naranjos y nubes de azahares, la salida del Crito de Burgos con la mezcla de una plaza de San Pedro abarrotada y a la misma vez, la intimidad que dejaba el rostro callado de la gente, San Bernardo por el puente de vuelta a su barrio fue un cuento inolvidable, pero para cuento inolvidable y que quedó en mi retina, la lágrima de sal marina que me dejó en mi rostro el que me dejó el tuyo pasando por la Alameda con cinco esmeraldas en movimiento, con un palio al viento y viendote pasar...MACARENA!.
domingo, 4 de abril de 2010
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Explendido¡¡
ResponderEliminarNos has hecho una descripción de tu Semana Santa tan buena, que me has hecho volver a sentirme en varios lugares de Sevilla viendo las Cofradias.